Hoy os vengo a recomendar un producto, no porque lo haya usado, sino por todo lo contrario.

El lunes, Laura Caldarola habló de su primeras compras premamá. A parte de las MamaceraM, también incluía una faja abdominal. La había usado después de su primer parto y ahora repite. Y me dió mucha rabia el hecho de no haberla utilizado yo, especialmente después de mi segundo embarazo.

No lo hice por recomendación de mi matrona; me la desaconsejo porque según ella, perjudicaba tanto los músculos abdominales como al útero.

Hablo con muchas madres por mi trabajo, con muchas matronas, con amigas … y veo que todas las que han utilizado las fajas postparto están estupendas. Y cuando hablo de estupendas me refiero a que todo les ha vuelto a su sítio y tampoco tienen problemas de lumbares. La faja no hace milagros, también os lo digo. Hay que hacer ejercicio y controlar lo que comemos.

El 65% de las mujeres embarazadas ( tienes todas las papeletas si ya has estado embarazada antes, has ganado mucho peso en el embarazo o has tenido una cesárea ) pueden padecer de diástasis, esto es, la separación del músculo que tenemos en el abdomen que suele producirse especialmente en el último trimestre.

Esta separación no siempre se corrige y además puede producir también problemas en la zona lumbar.

 

Hay diferentes opiniones sobre el uso de la faja. Y dentro de estas opiniones tambien hay diferentes puntos de vista de cuando empezar a ponersela. Algunos, el día siguiente al parto, otros, a la semana. Si tienes cicatriz por cesárea, que esperes a que esta cicatrice, otros opinan que el uso moderado de la faja ayuda a la cicatrización. E imagino que siempre habrá alguién por ahí que dirá que las fajas son invento del diablo para generar ingresos…

 

Así que sabed bien que es lo que queréis y pedir opinión a médicos, matronas y amigas. Yo, os digo que, no por mí, pero por lo que he visto con las mamás que las han utilizado las aconsejo porque ayudan a corregir la espalda, nos aprieta la barriguita y nos hace sentir más “ recogidas “ .

Aquí, aquí y aquí algunas de estas fajas para que veáis modelos y precios ( no me esponsorizan, ojo )

Si os animás a usarlas, no hagáis un abuso de ellas porque puede ser peor, el músculo se hace vago y tampoco queremos eso. Además, la faja tampoco sustituye al ejercicio físico. Es una ayuda, no la panacea. Y de todos los ejercicios me quedo con la gimnasia abdominal hipopresiva pues es muy específica para esta zona.

 

¡ Feliz Lactancia !

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