¿Qué es la lactancia artificial?
La lactancia artificial es una alternativa a la lactancia materna en la que se alimenta al bebé con leche mediante fórmulas. Estas fórmulas difieren mucho y suelen consistir en grasas animales y vegetales, proteínas, vitaminas y minerales. Estas fórmulas están hechas para proporcionar al bebé todos los nutrientes necesarios.
¿Cuándo debo utilizar la lactancia artificial?
La lactancia artificial sólo debe utilizarse tras consultar con un pediatra y cuando haya problemas con la lactancia. Hay varias razones por las que tu bebé puede no agarrarse correctamente al pecho o no mamar con eficacia. Entre las causas habituales de una mala lactancia están una técnica de amamantamiento incorrecta, una enfermedad o el dolor. El pediatra es la persona más indicada para ayudarte a determinar el origen del problema y darte recomendaciones.
Beneficios y riesgos de la lactancia artificial
La lactancia artificial puede tener varias ventajas si la leche artificial es de buena calidad y se controlan las cantidades. A continuación se exponen algunas de las ventajas:
Abastecimiento:
Si la madre no puede dar el pecho, la lactancia artificial puede ser la única opción para el bebé. En tal caso, es realmente importante proporcionar al niño todos los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo adecuados.
Movilidad:
La lactancia artificial permite más movilidad y flexibilidad, ya que el bebé no necesita ser amamantado al pecho de la madre.
Sólo tienes que asegurarte de que se mantiene la higiene del biberón y la tetina.
El turno de papá:
Como el proceso de lactancia artificial no requiere la presencia directa de la mamá, el papá también puede implicarse y ayudar en el proceso de alimentación.
El riesgo potencial de utilizar la lactancia artificial es que puede causar algunos problemas alérgicos, digestivos o de absorción. De nuevo, lo mejor es consultar con un pediatra para que te oriente sobre los riesgos de la lactancia artificial.
Cómo dar correctamente el pecho artificial a tu bebé
El proceso de la lactancia artificial no difiere significativamente del de la lactancia materna. Los padres deben mantener un ambiente sereno y relajado cuando se alimente al bebé para garantizar una buena digestión.
Los siguientes son algunos consejos para alimentar correctamente al bebé:
Establecer un horario de alimentación adecuado:
Los padres deben establecer un horario de alimentación adecuado, con intervalos máximos de 3 a 4 horas.
Preparar la leche de fórmula:
Los padres deben preparar con precaución la cantidad correcta de leche de fórmula que vaya a consumir el bebé. Además, los padres deben asegurarse de que la fórmula está a la temperatura adecuada antes de dársela al bebé.
Colocación:
Los padres deben sujetar al bebé de modo que se agarre cómodamente al biberón. Los padres deben intentar cambiar la posición de vez en cuando para evitar molestias.
Además, los padres deben asegurarse de que la cabeza del bebé esté colocada de modo que la leche de fórmula se trague lentamente.
Eructos:
Cuando el bebé haya terminado de comer, los padres deben darle palmaditas suaves en la espalda para ayudarle a eructar. Esto alivia al bebé y facilita el cuidado de los padres.
Higiene del biberón y la tetina:
Los padres deben asegurarse siempre de que el biberón y la tetina están bien limpios antes de utilizarlos para alimentar al bebé. Es aconsejable esterilizar periódicamente el biberón y la tetina para mantener una correcta prevención de la suciedad.
Tipos de fórmulas adecuadas
No existe una fórmula adecuada para todos los bebés, ya que normalmente dependerá de la tolerancia del bebé, su principal fuente de alimentación u otras necesidades dietéticas. Es importante consultar al pediatra para que te aconseje sobre la fórmula más adecuada.
Fórmulas de leche de vaca: Estas fórmulas se digieren muy fácilmente y suelen considerarse las mejores cuando se trata de aportar al bebé los nutrientes necesarios.
Fórmulas con proteínas de soja: Estas fórmulas suelen ser las mejores para los bebés con poca tolerancia a la leche de vaca. También son una buena fuente de nutrientes esenciales para tu bebé.
Fórmulas para bebés prematuros: Estas fórmulas están especialmente diseñadas para proporcionar a los bebés prematuros los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo sanos.
Fórmulas sin lactosa: Estas fórmulas son una alternativa para los bebés alérgicos o intolerantes a la lactosa.
En conclusión
La prioridad de todo padre siempre ha sido asegurarse de que su hijo esté sano y se alimente adecuadamente. En algunos casos, pueden surgir problemas con la lactancia materna, que pueden resolverse recurriendo a dales una leche artificial. Yo os recomiendo (siempre le preguntaremos al profesional) que desde la semana 38 de embarazo, podemos empezar a extraer leche si lo vemos oportuno y guardarla en el congelador una vez se haya enfriado, por si después del parto hubiese alguna complicación poder darle a nuestro bebé nuestra leche y no otra. La leche artificial está muy bien siempre que se hayan agotado todas las vías para poder dar leche materna, por muy buena que sea la leche de artificial nunca se podrá comparar a la de una madre, por que como mamíferos que somos, nuestra leche está diseñada y adaptada para nuestros bebés, sin crear alergias, sin intolerancias y de fácil digestión, por no hablar la de infinidades de vínculos que se crean madre bebé y la salud que aporta a la del momento y prevención de enfermedades futuras. Si fuera muy necesario se podría alternar entre una y otra o extraer en el saca leche leche materna desde a la lactancia artificial hasta que se rectifique el problema o optar por ella. Desde todos mi respeto a la familia que decide darles leches artificial a sus hijos, pero es mi deber como profesional de la salud y defensora de la lactancia materna, informaros desde un punto de vista profesional y critico.
AAAH!! un dato que os importará y mucho.
Si vuestra elección es la leche artificial, informaros que esta tiene un costo aproximado de 14.000€ anuales