Le he dado muchas vueltas a lo que voy a escribir hoy porque quizás pueda herir sensibilidades. Es un tema un poco delicado porque cada persona vive de una manera diferente y gestiona lo que le ocurre también de mil maneras. Pero lo cierto es que me sabe mal que las embarazadas actúen como enfermas ( cuando no lo están )
Hace unos mesecitos, en la sala de espera de maternidad ( sabéis que acudo donde los profesionales me requieren para que les cuente de MamaceraM ) ví una mami que pareciera estar fatal de lo suyo. Estuve tiempo suficiente para averiguar que lo suyo simplemente era el embarazo. Que a pesar de las molestias de piernas cansadas y de aguantar demasiado peso, la mujer estaba perfectamente.
De cierta manera me entristeció. Os digo que cada cual sabe, o al menos debería saber, cómo es su cuerpo, que reacciones tiene y como mimarlo. También es verdad que un embarazo, si eres primeriza, no controlas en absoluto nada de lo que te pasa. Hay algunas afortunadas que pasan los nueve meses como si nada, pero para la mayoría, parece que nuestro cuerpo no es nuestro. Que no tenemos ningún control de lo que nos pasa. Cada semana hay sensaciones nuevas, cambios nuevos. Pero son sensaciones y cambios bonitos, ¿ no crees ?
La futura mami que estaba en la sala de espera ( y que ha desencadenado este post ) quería ir al baño, y fue escoltada por su pareja y una amiga. La trataban como si fuese de cristal y ella actuaba como figurita de Lladró a puntó de despedazarse.
Me hizo gracia y al mismo tiempo tambien me dió pena. Ya os he dicho que estuvimos el tiempo necesario para descurbrir que la muchacha estaba en perfecto estado de salud. Además, ya sabéis que yo me corto más bien poco a la hora de preguntar. Y sí, le pregunté qué tal iba su embarazo, que qué le pasaba. Nada, nada todo bien… Monitores.
Imagino que como todo en la vida, es un modo de encajar las cosas. Una actitud con lo que te viene. A mí me parece que el embarazo es una vivencia tan bonita… que puede resultar muy dura, sí, pero al mismo tiempo, tan fugaz.
Tenemos que vivir intensamente cada etapa de nuestra vida. Y sé que cada embarazo es un mundo. He tenido amigas que no se han enterado, otras han estado en cama prácticamente los nueve meses, con la ansiedad que eso conlleva. Pero está en nuestra mano elegir si este período se quiere vivir de manera feliz, de manera consciente pero optimista.
Espero que el ejemplo que os he descrito sea el menor de los casos y que la mayoría de las madres lo vivan con plenitud y gozo
¡Porque estás embarazada ( palabrota omitida ) no enferma!