¿Cuándo es el mejor momento?
Últimamente escucho a demasiadas mujeres decir que no se atreven a hacer lo que quieren hacer porque no es el momento. Estos deseos van desde montar un negocio, formar una família, hacer el viaje de sus vidas… Pero, ¿ cuándo es la hora ?
Os adelanto que nunca veremos el momento como el adecuado. Siempre es demasiado tarde o demasiado pronto. Siempre queremos estar mejor, lo dejamos para más adelante, para cuando la situación mejora. Pero, ¿ y si empeora ?
No hay que perder el foco y saber que es lo que queremos. Y esto se puede generalizar, desde montar una empresa, como en mi caso, a tener un bebé. No me malinterpretéis porque no estoy frivolizando ni comparando un bebé con una empresa. Aunque yo siempre digo que MamaceraM es mi tercera hija. Y algunas veces me requiere más atención ( y dinero ) que las biológicas.
¿Qué quiero?
Lo mejor es tener claro que se quiere e ir a por ello. Obviamente hay que plantearse muchas cosas. En el caso de querer tener un hijo, de formar una familia hay que ser consciente de las responsabilidades a las que tendremos que enfrentarnos. Y no sólo monetarias porque si mirásemos lo que cuesta un bebé, creo que pocos nos hubiéramos hecho el ánimo de formar una família. Pero hay que ser sensatos y saber que muchos de estos gastos son innecesarios y que lo más importante que necesita un bebé es el calor y el amor de los padres. Así que, futuras madres, simplemente hay que desearlo, quererlo de verdad.
Y lo mismo para montar una empresa o lanzarse a cualquier aventura. Lo más importante es saber que se quiere y saber el camino que hay que recorrer. Aunque nunca sepas que te vas a encontrar en este camino. Pero si sabes por donde tienes que ir, las dudas, los malos consejos y las malas decisiones, los días de bajón … al final quedan en un segundo plano porque sabes cual es tu siguiente paso
Miedo sí, pero poquito.
Creo que es una tendencia del ser humano ver más allá de lo que ocurre. Estar prevenidos está muy bien e incluso necesario, pero ver más problemas de los que van a surgir no es aceptable porque te crea miedo. Y el miedo, crea parálisis. Diseccionamos tanto tanto lo que queremos que al final no lo reconocemos. Al toro hay que capearlo cuando lo tengamos encima. Si no, gastamos energías de manera innecesaria.
Con esto no quiero decir que os lancéis a la piscina sin saber nadar. Hay que tener previsión, claro. Pero muchas veces queremos que todo sea tan perfecto e idílico que esa realidad nunca llega.
Como siempre, hablo desde mi experiencia y desde el corazón. La vida es demasiado corta para pasarla con miedo. O peor, preguntándonos…¿ Y si … ? No hay nada peor, creo yo, que arrepentirnos de lo que no hemos hecho o intentado. Aunque salga mal.
Así que, futuras madres, emprendedoras, aventureras … adelante !
Feliz Lactancia